martes, 31 de marzo de 2015

LIDERAZGO FEMENINO EN LAS EMPRESAS

El acceso de las mujeres a los puestos de dirección de las empresas sigue siendo en la actualidad muy complicado. Además, cuando lo consiguen, su trabajo es, muchas veces, cuestionado por gran parte de los empleados, que prefieren que la empresa sea dirigida por un hombre. ¿Por qué liderar siendo mujer sigue resultando tan difícil?


Sandra Marín, coach, consultora y formadora en la consultora Mikah de Waart, ha analizado las razones por las que para el sexo femenino es más difícil llegar y mantenerse en cargos directivos, tras haber trabajado con cientos de mujeres empresarias y con puestos de responsabilidad dentro de la empresa.

Tras este análisis, Marín ha facilitado las siguientes claves para alcanzar un liderazgo femenino de éxito:

Hacerse visible y reconocer las posibilidades. Una vez decidido asumir un puesto de dirección, hay que hacerse visible y estar presente. Muchas mujeres son segundas de a bordo y no destacan entre sus compañeros, por lo que se debe de demostrar la valía creyendo en las posibilidades de cada una y mostrando ante los demás la capacidad de liderazgo.

Negociación. Tanto para conseguir el puesto como para poder desempeñarlo, la negociación es otro de los pilares que rodea a la dirección femenina. Disponer de habilidades comunicativas y técnicas de negociación permitirá defender el propio puesto al mismo tiempo que desarrollar cada nuevo proyecto. Sandra Marín aconseja defender los propios intereses como parte de los intereses de la propia empresa.

Agradable, pero competitiva. Asumidas las responsabilidades, muchas directivas, en su afán por demostrar sus competencias, olvidan la esencia que les puede ayudar en el desempeño de su cargo. Asumir roles demasiado masculinos no siempre es garantía de éxito, y muchas veces no casan con la manera de ser de cada una. Pero la mano izquierda, la empatía y la sensibilidad no están reñidas con tener carácter, fuerza y competitividad.

Superar el 'Síndrome del impostor'. Las personas directivas o líderes de un grupo es posible que hayan tenido que lidiar con el 'Síndrome del impostor', especialmente presente en el sexo femenino y, sobre todo, en mujeres de éxito, aunque que puede ser experimentado por cualquier persona. Éste aparece cuando se tiende a pensar que los logros fueron fruto del azar, que todo lo que se ha conseguido fue cuestión de suerte y que cualquier persona puede hacerlo mejor que una misma.

Según Marín, dichas creencias esconden inseguridad y falta de autoestima, y algunos estudios confirman que gran parte de la población pasa por un periodo así en su vida laboral, cuando empieza un trabajo o asume un rol diferente o de mayor responsabilidad.


Para afrontar y superar esa situación, Marín recomienda aprender a valorarse, entender y aceptar que no se tienen por qué conocer todas las respuestas y que es positivo recompensarse por cada reto diario conseguido.


Fuente: RRHHpress

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